Ahora que se acerca el verano, y sobre todo aquí en las islas Canarias, donde casi siempre se puede ir a la playa... hay que tener en cuenta tanto los beneficios como los perjuicios de exponernos al sol.
A mi me encanta el sol... me encanta un día soleado... con el cielo azul... parece que todos nuestros problemas se disipan... que nuestro ánimo sube ... que nos comemos el mundo. Vemos la vida de mejor manera cuando luce el sol, que cuando estamos mucho tiempo con las nubes encima.
Incluso parece que a la hora de comer es diferente. Nos apetece más las cosas más ligeras... poca grasa... más fruta, más ensalada, más agua, zumos naturales... hacer más vida al aire libre... caminar...
Pero ... SOL SI, PERO CON MEDIDA.
Tomar el sol es beneficioso para la salud, siempre y cuando se haga con medida. La exposición al sol equilibra el sistema nervioso, tonifica los músculos, combate el cansancio, la depresión y el estrés, entre otras aportaciones.
La exposición al sol es un hábito saludable que está en entredicho debido al abuso que muchas personas hacen durante el verano. El culto al cuerpo, el ansia por lucir un bronceado rápido y permanente lleva a muchas personas a tomar el sol sin medida ni cuidados básicos.
Toma algunas precauciones y disfruta de sus beneficios. Ponte al sol.
BENEFICIOS DEL SOL PARA LA SALUD
El sol tonifica, da vitalidad a la piel y al organismo en general. El sol también influye en el carácter de las personas, equilibra el sistema nervioso y combate estados depresivos.
Todos sabemos que el sol es imprescindible para la vida. A fin de cuentas nos proporciona energía y genera innumerables efectos positivos sobre nuestro organismo.
Así entre otras cosas, favorece la circulación sanguínea y la expulsión del ácido úrico, estimula la síntesis de la vitamina D, facilita que el calcio se fije en los huesos, multiplica la producción de glóbulos rojos, estimula el transporte de oxígeno por la sangre, mejora enfermedades de la piel como la psoriasis, la dermatitis atópica o el acné y estimula en ciertos casos la síntesis de algunos neurotransmisores y el metabolismo de las proteínas además de levantar el ánimo decaído.
Problemas que puede producir la excesiva exposición al sol
La exposición continua e intensa a los rayos ultravioleta sin la protección adecuada es causa de quemaduras, envejecimiento cutáneo e, incluso cáncer de piel, además de afectar negativamente a la córnea, la conjuntiva y el cristalino, pudiendo acelerar la aparición de cataratas, entre otros problemas oculares.
El sol es responsable de la aparición de las temidas manchas en la piel.
Durante el proceso de bronceado, las radiaciones ultravioleta dañan las células de la epidermis y alteran el funcionamiento del colágeno y la elastina llegando incluso a provocar dilatación de los vasos sanguíneos. Más tarde la piel se pela y es común que aparezcan manchas como resultado de cambios locales de la melanina. Los daños podrán tratarse pero siempre quedarán marcas. La piel posee memoria y no olvida las agresiones sufridas.
Recomendaciones para que los rayos del Sol nos beneficien sin que tengamos que sufrir sus consecuencias adversas.-
Con la llegada de la primavera la ropa que utilizamos nos protege menos de los rayos del sol, quedando al desnudo mayor superficie de nuestra piel, además de empezar a broncearnos de cara al verano, por tanto es momento ya de que empecemos a proteger nuestra piel.
1-La primera recomendación es prepararse para exponerse al sol. Así una semana antes de tomar el sol conviene hacerse una limpieza de cutis y una exfoliación del cuerpo para liberar la piel de impurezas y facilitar el bronceado más homogéneo.
2-Además es conveniente reforzar la dieta con un aporte especial de alimentos ricos en los nutrientes que hemos expuesto anteriormente.
3-Es imprescindible ponerse, tanto en el cutis como en el resto del cuerpo, una crema protectora de amplio espectro cada mañana, y, máxime si vamos a vestir ropas de claros colores y finos tejidos.
4-Otra medida muy conveniente es ir exponiéndose al sol de manera gradual, durante la primera semana unos 15 minutos, hasta llegar a 2 horas como máximo, evitar la exposición entre las 12 y las 16 horas.
La forma correcta de usar la protección consiste en aplicarla 30 minutos antes de la exposición al sol, sobre la piel totalmente limpia y seca, y renovarla cada dos o tres horas.
No hay que olvidar que cuando el sol esta eclipsado por las nubes sus rayos dañan la piel de la misma manera que cuando brilla plenamente.
5-Cuando se esta disfrutando del baño, hay que ponerse protección cada vez que salga del agua. Siempre es conveniente tomar el sol con moderación en las primeras y en las últimas horas del día, y por supuesto con protección solar.
6-Por último, tenga en cuenta que tras una jornada al sol deberá procurar a su piel –y, por extensión a su cuerpo- unos cuidados especiales para mantenerla sana y protegida. Comience por una ducha tibia o fría y después aplique una capa generosa de crema hidratante –gel de aloe vera- rica en sustancias calmantes y refrescantes.
Esta información y recomendaciones, supuestamente todos las conocemos... pero... hay que ponerlas en práctica, por eso no está de más recordarla ¿no?
Mi dieta de lunes:7,30 h.- Pechuga de pavo con crackers integrales. Infusión.
11,30 h.- Manzana
15,00 h.- Canelones rellenos de carne.
18,30 h.- Plátano y nueces
21,30 h.- Pechuga pavo y queso con 2 rodajas de pan tostado integral. Batido soja.